Adepto

El camino del adeptado es un camino de mucha piedra que limpiar,mucha hierba mala que extraer, mucho vicio que trasmutar, es un sacrificio continuo.

La hidratación, la alimentación, meditación, disciplina, la oración, perseverancia, voluntad, la energía sexual, los pensamientos, vivir en el Aquí y ahora, cuidar la concentración y la ley del enfoque y perdonar, serían algunos de los pasos que tendremos que estar en guardia cada segundo de la vida.

No le creas a todo el mundo.

Observa las actitudes de quienes predican.

Es un sacrificio diario y voluntarioso y amado.

Pule ese estado de sapiens dormido a Super-Hombre.

Carolina López